martes, diciembre 20, 2005

la salida es por acá

Carrete Starbucks.

Hace tiempo que no iba a uno, quizá, incluso, lo estaba evitando qué sé yo por qué. Al final lo pasé bien. Conversé de la vida, del trabajo, obvio, tema ineludible, y del colegio con la Elisa porque aunque no somos de la misma generación compartimos muchos recuerdos. Mi principal motivo para ir fue despedirme de Miguel antes de su viaje a Iquique hasta marzo.

Vengo llegando y me tengo que levantar en un ratito para ir de nuevo a vestirme de negro y verde. Ya no queda nada. Dos semanas, un poco menos, para dos meses de vacaciones.

Voy a extrañar Starbucks, lo sé.

Independiente de que a veces termine llorando en colapso por ese cansancio que se acumula de tanto cerrar la tienda, o que quizá no me toquen siempre turnos con la gente que me cae bien, o que aborrezco mis horarios que jamás incluyeron apertura, la verdad es que amo ese lugar.

En Starbucks hablé con mi papá después de siete años, lloré toda una tarde cuando Claudio terminó conmigo, conocí a Sebastián, cumplí veinte y veintiuno.

Rush. Frap. Backoffice. Partners. Coffee tasting. Coffee master. Retail. Food. Cash. POS. Deployment. Timer. Break. Sampling. Mark out. Blender. Shift. Tips. Till. Columbia. Verissimo.

Starbucks es un mundo aparte. Un universo paralelo con filas y caracoles de Caramel Macchiato y clientes frecuentes que se convierten en amigos.

Me voy con pena.
Cansada.

Y eternamente agradecida.

1 comentario:

Blanca Lewin dijo...

Lindo blog. Me acordé de una película que se llama "Best in show" (acá la han dado en el cable como "El perro ganador"), donde una aparentemente feliz pareja dueños de una Weimaraner se habían conocido en Starbucks.
No encontré el post de En la cama, cuál es?
Saludos.