jueves, mayo 31, 2007

piedra sobre piedra

Me tomé el día libre.
De a poco, vuelvo a escuchar a mi mujer interna.

Ahora ando de paseo por la universidad porque me dieron ganas de escribir mi blog, caminé toda la mañana por Providencia y terminé tomando un chocolate caliente ultra rico por acá cerca. Me compré un libro nuevo y uno usado de la Simone de Beauvoir, un capri de trufa y uno de frutilla de los chiquititos y una dobladita con queso. Canté todo el rato esa canción de Alejandra Guzmán que le ponen a la Cata en Papi Ricky y salté en las pozas de agua que dejó la lluvia de alguna hora que no tuve idea, pero antes de llegar acá estaba empezando a llover otra vez por suerte, así no me lo pierdo de nuevo. Pasé a mi árbol preferido en la plaza cerca de Salvador y esa iglesia que queda en Lastarria para darle gracias a Jesusito porque estoy muy feliz.

Me acuerdo que el invierno pasado fue romántico hasta decir basta y que me pasé bailando y rodeada de mariposas. No sé qué vendrá ahora. Quizá la soledad profunda que me anunciaron las cartas, yo conmigo. Estoy dispuesta a vivir lo que me toque. En poquito tiempo más, volveré a ser capaz de defenderme y de enfrentar el mundo. Lo siento. Estoy viva.

En el lugar donde me tomé el chocolate me atendió un tipo muy simpático y me preguntó si nos conocíamos de otra parte y yo le dije que quizás.
Leí mucho rato sobre sanaciones en un libro que me encantó.
Voy a tomar una sopita acostada en mi cama con guatero.

miércoles, mayo 30, 2007

kiss me so sweet

Amo a mi novio.
Ha pasado casi un año desde que trabajamos juntos, creo que fue un miércoles, y yo lo miré y le dije que me gustaba.
Y hemos construido el cielo.

Franco me conoce como nadie más. Sabe que cuando tengo frío me duele la cabeza, que odio la sacarina y las cosas light, que en las noches, a veces, me despierto con susto por alguna pesadilla y no puedo volver a dormir si no me abraza. Franco ha vivido conmigo mis procesos más oscuros y los más brillantes. Me ha visto llorar dos semanas seguidas con esa pena que parecía que iba a durar para siempre, y después sacarme los zapatos para caminar en el pasto mojado y cantar tan fuerte. A Franco no le importa si yo a veces no sé nada. No me cuestiona cuando quiero dejarlo todo. Me compra chocolates, me prepara desayuno, se levanta y va corriendo a buscar marraquetas cuando me dan ganas de comer pan con mantequilla.

Amo a mi novio por los detalles. Por la cotidianeidad. Porque todos los días descubro que mi casa sin él no es mía. Porque me gusta cuando comemos sushi y vemos películas, y cuando él juega DS mientras yo leo la Cosmo. Porque a veces, cuando pienso que funciono tan bien sola, leo mi blog y me acuerdo que mi sueño más grande siempre fue encontrar a un compañero. Porque, a su lado, soy más mujer.

Franco no sólo es mi novio.
También es mi mejor amigo.
El regalo más lindo del cielo.

martes, mayo 29, 2007

la loba

Soñé con la Siri y Claudio.
Ayer se acabó mi crisis.

La Toña me leyó el tarot y me quedó claro que no es tiempo de tomar decisiones. Por ahora, se trata de vivir. De recordar que no me gusta llegar temprano y acostarme a ver televisión, sino caminar por Santiago de noche y mirar las estrellas y cantar, cantar fuerte, hasta recoger todos los huesos y reconstruirme mil veces, mientras sea necesario. De recordar que Franco es mi compañero de vida ahora, y que quizá un día nos separemos y sigamos caminos distintos porque no estamos amarrados a amarnos para siempre. Porque somos libres.

Ayer estuve en cama todo el día y me hizo bien. En la noche, como a las once, me puse parka encima del pijama y me tomé mi agüita de melisa en el balcón, sintiendo que el frío me recordaba la magia de estar viva. Ayer quise darle las gracias a Daniel por aparecer de repente y devolverme la fe. Ayer leí otra vez "mujeres que corren con lobos", escribí, pinté, lloré un poquito y me reí mucho. Fue mi día para mí.

Hoy, en El Mercurio.
Dispuesta a ponerme de pie eternamente.
Ya va un abismo menos.

domingo, mayo 27, 2007

just to break my fall

No quiero escribir cosas tristes.
Hoy fui a reportear el día del partimonio.

Ayer tuve un día bueno y malo. Bueno porque conocí a la hija de Daniel que es ultra linda y se llama Sofía Paz, a mí igual me hubiera gustado llamarme así, aparte que se ríe harto y adora a su papá y a mí su papá me cae muy bien porque sabe escuchar y tiene el corazón gigante, aunque no sé si lo sabe. Y malo porque en la tarde apareció la hermana de Franco, entonces yo nunca pensé que podía odiar a nadie pero parece que a ella la odio porque me hizo tanto tanto mal y me puse a llorar de rabia cuando la vi y me dolió la guata y me tuvieron que dar agüita con azúcar.

Filo.

Ahora estoy en el diario, con parka. En la mañana llovieron hojas mientras caminaba hacia el metro y me encantó. He escuchado todo el día Fidelity y a veces me río sola y me dan ganas de ir al cine y dos minutos después se me llenan los ojos de lágrimas porque siento que no me quiero levantar nunca más.

Tanta dualidad, Carolina.
Tanto apego.
Tanta libertad que te llama a gritos.

miércoles, mayo 23, 2007

one foot on the ground

Ese sabor amargo
de besos que no se dan
y de tardes,
de amaneceres,
de inviernos tan fríos,

sola.

Me acuesto bien tapada,
como dos chocolates grandes
(uno con almendras),
prendo la radio, la tele, la luz.
Es de día y está oscuro.
Los ojos nublados,
el corazón quieto,
las manos secas,
chaleco gris.
Me faltan los colores de la canción perfecta,
en la pena infinita del vacío más absurdo.
Ese sabor amargo
de la sensación y la certeza
de que nunca podremos ser nosotros.
De que siempre,
siempre,
siempre,
seré sólo

yo.

martes, mayo 22, 2007

finding a way

Nunca se ha tratado de tener.
Siempre de ser.

Hay personas que entienden y otras que no. Mi novio dice que esto ya me había pasado antes, y que seguro es algo específico que me molesta. Miski postea sobre mirar a la gente en las ventanas de los buses y yo lo he vivido tantas veces. La Hormiguita cree que es un malestar material y Daniel, en Starbucks, opina que lo que pasa es que me da por pensar, entonces, como pienso, nunca voy a estar tranquila si no hago algo que me motive de verdad.

¿Y qué me motiva?

Conocer personas y contar historias, entrar en el mundo, en tantos mundos, ir al cine sola, caminar con frío y con lluvia cantando, columpiarme en Vespucio, jugar con los niños y tomar en brazos a las guagüitas para que no lloren. Buscar alguna forma de que ya nadie tenga que pedir dinero para comer y menos para drogarse porque la vida no lo acoge, que la calle no sea la mejor opción ni la única posible, que Randy no crezca un día para darse cuenta que más allá de San Gregorio, cruzando Vespucio, no hay nada.

Necesito salir de la inercia.
Tenerlo todo es la forma más facil de quedarse quieto.
Que Dios me ayude a encontrar mi camino.

sábado, mayo 19, 2007

manos blancas

Y entonces, esto pasó así:

Ayer me quedé a alojar donde la Toña después de pasar todo el día con mi noviecito lindo en Valparaíso con caminata por los cerros y visita a La Sebastiana incluídas, y encontré la respuesta que necesitaba.

La Toña tiene razón.

Toda la vida he contado con alguien a quien mirar y admirar, alguien a quien seguir y ahora, de repente, sola, me encuentro un poco perdida. Porque en el fondo cuando había estado más cerca mío siempre había sido con ayuda. Con tardes en el Cajón del Maipo y la nieve blanca y el agua congelada del río. Con lecturas de tarot y cursos de mujeres, y antes, mucho antes, con esas conversaciones tan llenas de llanto y chocolates con almendras.

Pero ahora no.
Ahora no sé hacia dónde caminar.

De repente me pasa. Me siento y miro y lo tengo todo. Pero no a mí. Estoy lejos, media enterrada, media ahogada, media casi sin respirar porque sólo así puedo no entrometerme en los logros y olvidar que en realidad yo quiero mucho más, que esto no me basta, que todo, a veces, es nada.

Claro, vengo al Mercurio, tengo mi ropa y mis gustos y tiempo para ver televisión. Tengo otros dos trabajos estables, un hombre al que adoro, y un par de semestres de clases antes del título que ya es casi mío. Tengo mi casa, mi espacio, mi amor.

¿Y qué mas?
¿Y yo?
¿Y mis sueños?
¿Y mi mujer salvaje, dormida, profunda, en silencio, que se aburriría con tantos matinales y tan poca vida real?

¿Dónde estás, Carolina?

martes, mayo 15, 2007

being myself

En El Mercurio y con sueño.
Acabo de tomar medio litro de agua.

Hoy fui muy feliz toda la mañana, porque me tocó reportear en el San Cristóbal y no hay nada más rico en el mundo que estar de pie en medio de miles de árboles mientras caen unas gotitas chiquititas del cielo. Después caminé por el centro y terminé llamando a un taxi del diario para que me fuera a buscar porque con el Transantiago era imposible volver sola.

Hace tiempo que no tenía ese frío que no molesta, lleno de hojas secas que suenan tan lindo y con ganas de pasear toda la tarde sin zapatos en el pasto.

Amo a mi novio.
Siento que no necesito nada.
Plena, absoluta, entera.

sábado, mayo 12, 2007

cuerpo sutil

Hoy probé el sake.
Pasé la mañana reporteando en Bellavista.

Quizá antes yo escribía mejor. En mis primeros trabajos con Pablo Márquez, cuando estaba en pleno proceso de aprender a describir sin adjetivizar, quizá tenía más corazón, más ganas, más fuerza. Quizá necesitaba que alguien me dijera que estaba bien y que me admiraran por la capacidad de desprenderme de mi propia mirada para mirar por todos los que no estaban ahí.

Pero no sé. Me pasa que siento que, hace un tiempo, escribo sólo desde mí y para mí, por mí, conmigo. Tanto ego. Las letras tienen vida propia y yo trato de dejármelas para siempre, de recuerdo. No aprendo a soltarlas. Por eso releo mil veces y me aprendo todo de memoria y trato de que se quede, que no se vaya, que las palabras no mueran ni salgan volando como mariposas, porque en mi mundo todo lo que vuela es como una mariposa de colores y en invierno.

Quizá mis escritos se han convertido en una sucesión de amaneceres y anocheceres y de insomnios con sueño. Quizá no soy más que lo que escribo y lo que creo que escribo en mi mente que nunca se calla. Quizá, yo misma, no me calle nunca.

Espero que así sea.

viernes, mayo 11, 2007

college girl

La gente de Santiago no está feliz.
Me di cuenta hoy en el metro.

Todo el mundo anda con cara de agotado, y no creo que sea solamente el sistema de transportes, aunque ha influido más que un poco. Quizá el estrés viene de antes y yo no tenía idea. Aunque claro, siempre me gustó pasar entre los autos en los tacos, cantando bien fuerte y caminando rápido porque en realidad a veces caminar es la mejor opción y así la gente seria se reía un poco mientras me miraba. Pero ahora, ni siquiera eso. Andamos todos como zombies.

Tengo ganas de irme a la playa, un día libre, nada más, a mirar el mar que tanta falta me hace. Hoy en la tarde me verá el iriólogo amigo de mi hermano a ver si descubre por qué mi eterno dolor de guata. Y eso.

Entre ayer y hoy, tres pruebas.
Muchos bostezos.
Chaleco naranjo, bufanda morada, zapatillas.

lunes, mayo 07, 2007

petitorio individual

Si el hombre que alguna vez
se hizo llamar mi padre
llegó
- por casualidad o insistencia -
a esta página tan mía,
le pido en público
y de buena manera
que, por favor,
me deje en paz
y que no vuelva a intentar aparecer
en ninguna de las formas posibles.

Sólo eso.

sábado, mayo 05, 2007

a lonely life

Esta semana, he vivido mil estados.
He sido la mujer más feliz y la más triste, llorona hasta decir basta por cualquier detallito, con certezas e inseguridades tan grandes y tan contradictorias que he llegado a pensar que me estoy volviendo loca.
Pero no.

Siempre le termino echando la culpa al exterior de lo que me pasa adentro. Que estoy cansada, que Starbucks, que El Mercurio, que la universidad, que hacer clases y leer las cartas. Ayer descubrí que me estoy dejando ir. Que creo que me encontré, y lo escribo y lo repito a ver si se hace cierto. Y recuerdo que las cosas son como son, y no como uno quiere que sean. Y dejo de tratar de de evitar lo inevitable, de pensar que puedo decidir sobre lo trascendental cuando en realidad no puedo porque la trascendencia nos arrastra, en su momento, cuando quiere, y dejamos de ser personalidades y somos alma. No puedo volver a tenerle miedo a todo. No puedo.

Creo que me di cuenta a tiempo. Que alcanzo a gritar más fuerte mientras me hacen callar. Que puedo tomar aire puro y guardarlo mientras todo lo falso pasa al lado mío, sin tocarme, y yo me descubro tan intacta y dentro del mundo de verdad.

Me voy a quedar conmigo.
Voy a ser.
Porque yo soy.