lunes, enero 14, 2008

dulce sensación

Fue un fin de semana mágico.
No tenía ganas de volver.

Me pasó algo muy importante, además de todo lo que pude descansar y estar con mi novio en paz y dormir y comer rico. Encontré a Felipe. Verlo y sentir que nos conocíamos de hace tanto tiempo, de hace tantas vidas, fue un segundo. Al segundo siguiente ya estaba cantando living on a prayer en su auto mientras íbamos al supermercado. Y un par de horas después le leía las cartas sentada en la terraza de la casa de la Toña tan cerca del mar.

Hace tiempo que no me pasaba. Hace tiempo que no me daba risa mirar a alguien a los ojos y que no me quedaba conversando un día entero de todo. Creo que nunca había caminado una hora y media por la playa acompañada, tampoco. Sola, sí, muchas veces. Pero es distinto.

Siento que Felipe llegó a mi vida a enseñarme algo.
Quizá no lo vea nunca más, es cierto.
Pero durante tres días fue mi mejor amigo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me reencontré con una antigua y querida amiga que volví a conocer este fin de semana.

young_supersonic dijo...

QUE BIEN.

ESAS PERSONAS DESPARECEN A VECES DE NUESTRAS VIDAS.

PERO VUELVEN.

Y ALLÍ ADVIERTES DE QUE ESA CONEXIÓN ES POR ALGO.

MÁS QUE MERO DESTINO.

UN BESO.

Princessa dijo...

Que bien, dicen que la verdadera amistad no depende de cuanto tiempo pasen juntos.
Besos por mil

Emma dijo...

Pasa que conocemos personas solo por un momento, pero nos dejan una agradable sensación que nos dura toda la vida.

Nada es simple casualidad.

Saludos.

clauarroyo dijo...

No hay nada más entretenido que las antiguas amistades esas que te conocen de verdad y no hay que dar explicaciones.

Saludos.