martes, marzo 31, 2009

paredes blancas

Llevaba mucho sin escribir.
No sé por qué, pero se me agotaron las palabras.

A esta hora sigo en pijama y acostada, después de las dos semanas de cesantía más ocupadas del mundo, porque justo coincidió con que estaba mi hermano y mi cuñada y mis sobrinos en Santiago, y era el matrimonio de mi prima (su despedida de soltera también), y con Mati estamos armando el departamento nuevo y bueno, fueron dos semanas bacanes. Recién ahora me empiezo a dar cuenta de que no tengo nada que hacer, y eso me estresa un poquito. No estoy urgida todavía, sólo a punto de levantarme a correr alrededor del edificio. Así que voy a buscar un trabajo nuevo.

Después de cuestionármelo mucho, al final leí el Secreto, y me encantó. Es que claro, la ley de atracción es un asunto muy antiguo y me choca un poco que la hayan convertido en el éxito de ventas de uno de los libros más caros de la vida, pero también es cierto que está muy bien explicada, y que resulta tan fácil de entender, que se agradece. Así que ahora opté por pensar todo en positivo, dejando de lado los fantasmas que me acosan por culpa de mi TOC. Ya no dejo que mi cabeza se llene de asesinos ni de accidentes terribles, ni que los autos me persigan cuando camino de noche. Trato de no pensar tanto en el pasado tampoco, para que no se le ocurra volver ahora que mi presente es brillante y feliz.

Y eso.
Tengo mil cosas que contar, pero todo a su tiempo.
Tomo una taza de té dulce y bostezo.

sábado, marzo 14, 2009

always remember

Ya planté el árbol y escribí el libro.
Sólo me falta tener un hijo.

Ayer entregué mi primera novela, de 141 páginas y en cinco copias anilladas, para participar en un concurso. Fue emocionante. Un sueño cumplido, al fin, después de tantos años pensándolo. El jueves fue mi último día en la revista, con un par de lágrimas mientras me despedía de todas las personas que aprendí a querer tanto. Hoy, en pijama y con las cortinas cerradas, con un poquito de dolor de cabeza y muchísima nostalgia, escribo que se acaba una de las etapas más importantes de mi vida. Que cierro otro capítulo.

No sé qué vendrá ahora, aparte de todos los planes que tenemos con Mati. El departamento nuevo, de dos piezas, el trabajo que estoy empezando a buscar, el futuro. No tengo miedo, porque me gustan los cambios. Pero, como en todo comienzo, siento millones de mariposas en la guata, y el corazón acelerado. Siento que, otra vez, estoy tomando decisiones importantes, propias, sin escuchar a nadie más. Siento que estoy un poco más cerca de mí. Y de Dios. Que estoy a un segundo de recuperar la fe, después de creer que la había perdido para siempre.

Me encanta escribir mi blog.
El otro día hablé con la Siri, y fue bacán.
A veces soy tan chiquitita.

lunes, marzo 02, 2009

verdades

Renuncié a la revista.
Me cambié de casa.
Amo a Mati y los nuevos comienzos.