viernes, abril 17, 2009

la ciudad palpita

Escribo frente a mi nuevo computador, en mi trabajo nuevo.
Desde el lunes me visto de oficina, y me encanta.

Creo que lo mejor de estos cinco días ha sido la posibilidad de romper los prejuicios que siempre habían marcado mi opinión sobre el mundo de los trabajos de nueve a seis. La gente acá es adorable. De verdad. Claro, llevo muy muy poquito y no he hecho, hasta ahora, nada útil. Pero tengo muchas ganas de quedarme para siempre (quién sabe cuánto dura para siempre) y eso es bueno.

Es verdad que he escrito poco. Lo sé y echo de menos sentarme llena de letras a dejar mi testimonio en un papel. O en una pantalla. Pero filo. Sé que ya vendrán más palabras. Por ahora, me limito a disfrutar la vida, cada segundo, a llenarme de historias y personas nuevas, a conocer a cada uno un poquito (y a algunos, un poquito más). Ya tengo a mis preferidos, ya tengo una idea clara de lo que quiero vivir, de lo que quiero aprender, de lo que quiero lograr. Tengo esperanza y fe y muchos muchos sueños por cumplir.

Quiero que sea invierno de una vez y que empiece a llover.
Con Mati tenemos la casa casi lista.
Yo, para variar, entro y salgo del abismo cuando se me da la gana.
Hoy me siento tan, tan feliz.

3 comentarios:

Emma dijo...

Quiero que sea invierno también......

Suerte con todo lo nuevo en tu vida.

cariños
;)

°°Janekeo°° dijo...

en tu foto de perfil te le adelantas al OTOÑO jajajja ni siquiera es otoño de a de veras...

disfruta los cambios!


un abrazo

Diva. dijo...

Una buena lluvia no me vendría mal.
Me alegro de que los cambios te vengan tan bien.
Saludos