viernes, junio 29, 2007

running for life

Corriendo para variar.
Escribo de pasada.

Resulta que tengo que hacer un perfil para taller y claro, había pensado en Sebastián Puga pero me daba como cosa llamarlo porque después de tanto tiempo y todo eso. Hasta el sábado. Iba yo saliendo de la exposición de los anteojos de Allende en el Bellas Artes cuando, sin aviso, apareció al frente mío con una polola toda pelolais que me miró ultra feo. Y le pregunté. Y me dijo que ya. Y ahora voy saliendo a tomar el transantiago bien rápido para llegar a preguntarle de su vida. Quién diría.

Sólo un informativo de último momento.
Un aviso de utilidad pública.
Qué sé yo.
Ya tendré más detalles.

sábado, junio 23, 2007

free to fly

Trabajando en el veganismo.
Mi novio está en La Serena.

Ayer fui a reportear para taller al lado del Líder de General Velásquez, en una veterinaria chiquitita que estaba llena de perritos de la calle empapados, calentádose frente a una estufa a gas. Me encantó. Andaba sin paraguas así que yo también me mojé entera, pero filo. De ahí acompañé a David al Hogar de Cristo pero terminé tomando un taxi de vuelta a la Alameda antes de que él hiciera su entrevista porque hacía demasiado frío.

Alojé en la casa de la Toña, tomamos bacardi coco con cocacola y nos reímos mucho. Tuve dos pesadillas eso sí; en la primera, Franco me ofrecía cuatro millones si terminaba con él pero yo no quería, y en la segunda un tipo me trataba de asaltar en inglés cuando yo subía un cerro camino a misa y después nos hacíamos amigos pero él desaparecía antes de que me pudiera despedir.

Echo de menos a mi novio.
Su hija ya cumplió un año y a nosotros nos falta poco.
Tengo tantas ganas de ver el mar.

lunes, junio 18, 2007

childhood

Ayer en el metro pensé que es loco ser niño.
El mundo parece tan grande.

Lo que pasa es que yo estaba sentada en el suelo y miraba arriba a todo el montón de cabezas y me acordé que cuando era chica me daba miedo que mi hermano creciera tanto que rompiera el techo de la casa. En esa misma época, también estaba segura de que adentro de la radio había gente chiquitita cantando, y de que el Pollo Fuentes me podía ver cuando yo estaba en pijama frente a la televisión blanco y negro.

Cuando yo era chica, mi casita de muñecas había llegado en helicóptero, el conejito pasaba a dejar chocolates antes del amanecer, los peluches despertaban de noche a conversar y los árboles de las plazas eran pedazos de bosques. Nunca tuve amigos imaginarios pero acostumbraba hablarle al vacío como si mucha gente me pudiera escuchar (y lo sigo haciendo).

Creo que, cuando yo era chica, adquirí todas mis costumbres. Supongo que me gusta subir a los árboles porque siempre pensé que desde ahí era más fácil llegar al cielo, que salto en las pozas de agua porque ya nadie me dice que me voy a resfriar con los zapatos mojados, que canto con lluvia tomando helado de chocolate y paseo en teleférico y escribo cartas de colores porque he aprendido que sólo puedo ser a través de las cosas simples.

Cuando yo era chica, leía tanto que a veces me pasaba el día sin hablar. Mi color preferido era el morado. Lo que más me daba miedo era que una noche entrara un asesino a mi casa y me matara sólo por ser la única despierta.

Quizás sigo siendo chica.
No he dejado de creer.
Y me encanta jugar con barro.

viernes, junio 15, 2007

you can set me free

De repente creo que no tengo nada más que escribir.
Pero siempre se me ocurre algo.

Ayer anduve en micro con lluvia y la ventana un poquito abierta y fue bacán. La Mili cumplió diecinueve años y yo me acuerdo que a esa edad, no hace tanto, yo estaba locamente enamorada de Nico Ferrari, visitándolo en su taller, cocinándole pies de limón y mandándole cartas por correo porque siempre he sido ultra romántica aunque a veces no se me note.

Ahora con Franco llevamos once meses y es loco, porque hace ocho años que no llevaba tanto tiempo con nadie, excepto cuando me gustó Claudio que igual no es lo mismo porque casi siempre estábamos separados. Yo cuando chica quería un príncipe y lo quise durante mucho tiempo, quizás hasta que conocí a mi novio y me di cuenta que la magia del amor es la que se construye todos los días. Creo que amar es vivir un montón de experiencias de a dos, y quedarse.

Es cierto que quizá yo un día me vaya.
Siempre me voy, al final.

No es que le tenga miedo al compromiso, ni que no me imagine a los noventa años al lado de Franco. No es que no quiera hijos y nietos, y convertirme en una matriarca. No es que no sueñe con contar esas historias de parejas de toda la vida. Es que tengo la certeza de que no puedo serme infiel. Y de que siempre estaré dispuesta a dejarlo todo por no perderme.

Por hoy, aquí me quedo.
En la libertad infinita de amar sin medida.
A un paso de mis vacaciones en la arena.

domingo, junio 10, 2007

welcome to the jungle

Casi una semana en cama.
Y me hizo bien.

Después del diagnóstico de influenza y bronquitis obstructiva, terminé convencida de que era tiempo de alejarme del mundo. Al margen de pruebas y trabajos, de horarios sin cumplir en Starbucks, de dos días menos en el diario, descubrí que mi vida tiene su propio ritmo y sus propios ciclos, que despierto y duermo sin horas y sin fecha, que mi corazón siente más profundo cuando se rodea de silencio. Me acordé que puedo vivir sin correr todo el día, que es mi deber encontrar espacios para que mi yo descanse y retome la esperanza de un mundo mejor. Es un trabajo de todos los días, y de todos.

Soy capaz de dejar mi vida por un sueño.

Todavía no estoy tan recuperada, pero tengo la certeza y la calma que creía haber perdido. Tengo el corazón latiendo firme, las manos dispuestas a trabajar, la mente centrada en el infinito. Porque la eternidad y la magia no me las quita nadie. Porque Dios y las Diosas me dan paz, fuerza y fe. Porque estar conmigo, al fondo del abismo, fue la mejor forma de renacer.

La nada me trajo de vuelta el mundo entero.
Estoy tranquila.
De pie.
Sonriendo.

martes, junio 05, 2007

hunter

Debería estar en cama pero estoy en un cibercafé.
En realidad, debería estar en El Mercurio.
Pasa que las cosas nunca son como deberían.

Tanta pena hoy en la mañana. Tantos sueños, además, y todos distintos y más encima vi a la Siri y la quería abrazar y al final no me acuerdo qué pasaba. Ayer cerré Starbucks y el taxi no llegó a buscarnos así que pasamos una hora muertas de frío sentadas en una escalera y yo no sé cómo lo hará la gente que duerme en la calle, porque claro, me dicen que se acostumbran, pero me pregunto si sería capaz. Creo que la respuesta es no.

Yo pedí tres días para mí, y sé que éste es el tercero que me manda el universo. Con dolor de garganta y otros, pero si no cómo. Lo vale, a fin de cuentas.

Me vuelvo a acostar, ahora.
Tres pruebas mañana y mucho que pensar.
O sentir.
No lo tengo claro.

sábado, junio 02, 2007

visionaria

Es como si tuviera mucho que escribir.
De ahí lo pienso y creo que no.

Hoy pasé la mañana escuchando a la sinfónica juvenil porque era el aniversario de las orquestas y me mandaron a Matucana 100. Fue muy lindo, aparte que un niñito de Puerto Montt tocó violín solo y yo me emocioné porque creo que la música puede salvar tantas vidas. Ahora me tomo un cortado frente al computador y espero a que sea hora de salir para ver a mi novio. Me tinca que todo el mundo piensa que estoy a dieta porque siempre pido ensaladas cuando como, pero no. Lo que pasa es que no venden muchas cosas sin carne. Aparte, me encantan el chocolate y la crema, odio las cosas light porque tienen gusto a sacarina y nunca en mi vida he hecho una dieta.

Tengo ganas de ir al cine y no sé, de caminar creo, aunque igual caminé harto ya. Ayer con Daniel hicimos un seminario en Starbucks y estuvo ultra entretenido, sobre todo porque pensé que me iba a dar mucha vergüenza, pero como que me salió personalidad de alguna parte aunque igual me dolía un poquito la guata antes de empezar. Es como cuando iba a la tele. La gente que estuvo con nosotros era muy simpática y contaba sus anécdotas de infancia con olor a canela y a limón.

Le saqué la lengua a una niñita de rosado en el metro y parece que se asustó.
Franco pasó a verme mientras yo almorzaba un vegetariano en Elkika.
Le puse repeat a la canción del desastre total y he pasado más de dos horas escuchándola.