miércoles, junio 03, 2009

la distancia

Hoy, mi blog se cierra.
Quizá para siempre.

Una parte de mi vida acaba de terminar, y otra empieza recién. Doy gracias al universo por este espacio, por estas páginas en blanco que fueron marcando mi historia. Porque en ellas dejo el testimonio de los años que pasaron y me alumbra la esperanza de los que vienen.

No sé qué será de mí, ni dónde estaré mañana. Y no me importa. Si algo he descubierto, es que cada alma tiene su propio camino, su propia verdad, su propia historia, y que la lucha no termina nunca. Que si logramos convertirnos en mejores personas, si logramos elevarnos, lograremos también nuestra tarea. Dejar que el alma, que la voz interna que sabe, hable. Se muestre, sin máscaras. Exista dentro y fuera de nosotros. Dirija nuestro camino. Porque, a fin de cuentas, sólo somos alma. El cuerpo envejece y se pierde. El alma crece. Evoluciona. Nacemos una y mil veces, en una y mil vidas.

Le pido a dios, a las diosas, al universo, a las estrellas y al infinito, que siempre guíen todos mis pasos.
Gracias por haber compartido mis secretos.