Hoy me puse la falda al revés.
Me di cuenta en la micro, justo antes de bajarme en Tobalaba con Providencia porque si no me subía al metro iba a llegar a taller mucho más tarde que lo que ya iba. Me dio risa. Me acordé que cuando uno se viste al revés, le llegan regalos. Ojalá.
Después fui al teológico, trabajé toda la tarde y la Toña se vino a mi casa a terminar el FODA para Medios4. Es la una de la mañana y se acaba de ir. La Gianni pasó a dejar el bolso con mi ropa. Conversé con Sebastián, que pasó a Starbucks, y me encontré con Francisco, un gallo que conocí alguna vez porque era dueño de un almacén a la salida del Cine Las Lilas. También vi a Claudio. No me produjo nada. Ni ganas de regalarle un café.
Empecé a leer 'Desayuno en Tiffany's', de Capote.
Escucho Miranda.
Tengo un poco de sueño.
jueves, noviembre 03, 2005
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