Ese afán de clasificar a la gente.
Cuica, flaite, pindy, seguro-le-pone-el-gorro-a-la-polola, gay (no, bisexual es más factible), pendejo, hueca, fácil, teñida, liposucción-de-todas-maneras-y-esas-pechugas-no-pueden-ser-reales, roto con plata (new rich suena más high, dear), jote, perno, te-apuesto-que-no-tiene-con-quien-carretiar-hoy-en-la-noche...
Trato de no ser prejuiciosa, pero lo soy. Uno de mis peores defectos.
Hoy me dolió la cabeza las seis horas que trabajé. Ya me siento mejor. Mientras volvía a mi casa, sentada al lado de una ventana medio abierta y una galla que compró helado de manzana y se manchó la polera, me di cuenta que uno de los motivos porque amo las micros es la cantidad de personas diferentes que se suben camino a alguna parte.
Mil historias.
Siempre quiero enterarme de todas.
Voy a ordenar mi pieza.
sábado, diciembre 10, 2005
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2 comentarios:
Jaja
me gusto tu post
yo también soy así
siempre
aunque trato de no tanto
Saludos, te sigo leyendo
pd. Buen blog
jejeje.. es muy notable que nadie, y creo poder decir que NADIE puede abstraerse de la dinámica del etiquetado.
¿Qué etiqueta me habrás puesto? Sería bueno averiguarlo mañana en el asado electoral
Saludos,
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