Hoy mi hermana le dijo al mozo que nos atendió en el Coffee Factory, se llamaba Fernando y tenía los ojos azules azules, que yo me enamoré de él. Creo que me puse roja. No sé. No me vi.
Estábamos con la Toña también, jugando verdad o consecuencia y comiendo cosas dulces. ella nos invitó. Me encanta que me inviten. En la mesa justo al frente de nosotras, bajando la escalera, estaba sentado un grupo de ocho homosexuales. Nada de tonos ni sentidos peyorativos. Pero homosexuales. Welcome to Santiago upside gaytown.
Hace tiempo que no tenía una tarde de domingo. Ni una mañana. Es lo mejor dormir sin hora de despertar.
lunes, octubre 24, 2005
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