Ayer mi hermana cumplió 15.
Cuando yo tenía su edad me pasaba anotando detalles del día mi agenda y le pegaba mil papelitos y boletas y ahora es como un libro muy gordo.
De repente echo de menos escribir como antes. Porque claro, quizá ahora tengo un estilo más propio y esa forma casi sensata de enfrentar el mundo con letras, después de tantos intentos por enfrentarlo sola. Pero no sé si, en el camino, he perdido la magia. No sé si tanta responsabilidad y tanta educación no me han terminado convirtiendo en una persona peor. No sé si escribir seguirá siendo, para siempre, mi catarsis, o llegará ese día temido en que me dé cuenta que no queda nada por decir.
Acabo de salir de una prueba de ética. El martes, mientras estudiaba, le saqué una foto a una mariposa y me tomé un litro de cocacola. Ayer vi papi ricky pero igual ya quiero que se acabe. También quiero que encuentren a Madeleine y que sea verano. Nada más.
Estoy usando mi cartera verde.
Tengo ganas de comer chocolate.
Para variar.
jueves, septiembre 27, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
creo que uno aprende a no tenerle tanto miedo a ese dia. somos tan fragiles, que cuesta aceptarlo, pero tal vez la solucion pase por no preocuparnos tanto por nosotros mismos. Te dejo una frase tuya que me gusta mucho:
Te dejo besos
SIEMPRE HABRÁ ALGO QUE DECIR.
NO SÉ SI SERVIRÁ PARA ESCRIBIR, PERO SÍ PARA EXPRESAR.
Y MUCHO.
SALUDOS Y UN BESO.
Come chocolates entonces...
Good idea, voy a buscarme uno.
Besos
no creo que sea peor persona que antes
quizas solo diferente
ya no mira como antes
porque va aprendiendo y va respirando mas tranquila
coma chocolates!
mil besos*
Vamos evolucionando, pero no por eso vamos a ser peores al contrario. Cuando se ha escrito desde siempre es imposible poder dejarlo de hacer, ya que siempre existe algo que contar que muchas veces es difícil de verbalizar, aunque fácil de escribir.
Saludos y buen finde.
Publicar un comentario