Hace calor.
Acabo de caminar media hora al sol por segunda vez hoy, y aunque pasé corriendo entre los regadores de la plaza en Tobalaba, siento que me arde la cara. Tomo un vaso de café con leche y escucho Miranda.
Después de pelear dos semanas, logré que me entregaran mi finiquito y la plata de los seis días de vacaciones que no alcancé a tomar.
No volvería a Starbucks. Más que un trabajo de treinta horas a la semana con sueldo fijo, fue una experiencia. Un ciclo que recién pude cerrar, un año tres meses después de haber entrado por primera vez como barista a Parque Arauco.
En marzo, el cambio que me anuncia el tarot.
La Emperatriz y Artemisa me estarán guiando.
Sé que ya no me volveré a perder.
martes, enero 17, 2006
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2 comentarios:
igual ene
tiempo trabajando ahí
yo no creo en el tarot
Saludos, la leo
Creo que yo tampoco creo en el Tarot...pero a veces me traiciono y leo mi horóspoco y cosas por el estilo... =)
Me gusta mucho tu blog.
Espero comiences a disfrutar tus vacaciones.
Saludos,
Mica
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